jueves, 5 de agosto de 2010

HISTORIA

En Culiacán a 5 de marzo de 1888 el juez del estado civil de esta capital hace constar que el encargado del registro civil de esta capital de Paredones ha remitido a este Juzgado un acta del tenor siguiente:

"En Paredones, a 15 de Enero de 1888, ante mi, Marcelino Zazueta, compareció el C. Cecilio Beltrán, mayor de edad, soltero, jornalero y de esta vecindad, y presentó un niño vivo, nacido en este lugar hoy a las 5 de la mañana, a quien se puso de nombre Jesús, hijo natural de Guadalupe Malverde, mayor de edad, soltera, y de este punto. Fueron testigos de este acto los CC. Cipriano y Tiburcio Espinoza, mayores de edad, solteros, jornaleros, y de este don. La presente acta interesada exponente y testigos manifestaron su conformidad, ratificaron su contenido, no firmado, por no saber..."

Los relatos sobre su vida son muy variados, y es imposible dilucidar qué aspectos son reales y cuáles son inventados.

De acuerdo con las creencias locales, Jesús Malverde fue un bandolero que operaba en los Altos de Culiacán. Asaltaba y robaba a hacendados y familias adineradas de la región, entre los que se encontraron los Martínez de Castro, los Redo, los De la Rocha o los Fernández: posteriormente repartía el botín entre la gente pobre. Se afirma que la muerte por hambre de sus padres, víctimas de los abusos de los terratenientes, fue lo que le movió a ello. Según la tradición, antes de hacerse al monte, Malverde podría haber sido albañil u obrero en el tendido de vías férreas. Se supone que habría trabajado en la obra del Ferrocarril Occidental de México y en el Ferrocarril Sud-Pacífico, línea que llegó a Culiacán desde el norte en el año 1905.

Sus asaltos a oligarcas hicieron que el entonces Gobernador del Estado, el general Francisco Cañedo, compadre de Porfirio Díaz, ofreciera recompensa por su captura. Perseguido por las autoridades, Malverde habría muerto el 3 de mayo de 1909. No existe acuerdo sobre la forma en la que murió: según algunas versiones fue aprehendido por la policía y ejecutado; también se cuenta que un compañero lo traicionó para cobrar el dinero ofrecido por el Gobierno. La narración más extendida es que recibió una herida de bala en un enfrentamiento con las fuerzas de la ley, que le produjo una gangrena. Malverde, sabiendo que no sobreviviría y que la recompensa por su captura aumentaba, soportó mientras pudo antes de pedir a un amigo que lo entregara para recoger la recompensa y repartirla entre los pobres.

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